viernes, 4 de mayo de 2012

La astrología en las relaciones humanas

Quién alguna vez no ha tenido que alejarse de la dignidad para acercarse a una señorita?

-¿Y vos de que signo sos?- pregunta una morocha de escote generoso.

-A mi la astrología me parece una imbecilidad y, los que creen en ella, un hato de descerebrados- responde un escéptico, que seguramente pasará los siguientes minutos cuestionándose porqué tanta mala suerte con las mujeres.

Para los que deseen ampliar sus posibilidades con morochas de escote generoso, va una breve guía de astrología básica:

Leer el horóscopo del diario está devaluado hoy día. Frases como “No creo en el horóscopo, pero que los astros algo influyen, es cierto” o “lo que es realmente serio es la carta astral” nos muestran lejos de un simple “crédulo” y deja sobre nosotros un aire científico, sin caer en el “fundamentalismo” de los que no creen en nada. Después de todo, si la luna influye en las mareas, como no va a influir sobre nosotros que somos un 75% de agua…

Ciertamente no podremos armar una carta astral en medio de una charla casual e improvisada con la morocha del escote generoso, particularmente cuando el escote no deja de atraer nuestras miradas. Pero con algo de tacto podremos obtener su fecha de nacimiento para luego hacer una breve introducción a la personalidad característica de su signo. El tacto y la posterior introducción son muy importantes para alcanzar nuestros objetivos. De hecho, de alguna manera “son” nuestros objetivos.

A la hora de enumerar las características de algún signo, conviene ser lo más general posible, pero sin generar sensación de caer en lo corriente y ordinario. Debemos mencionar características que sean fáciles de encontrar (lo que aumenta las posibilidades de acierto) , pero que a su vez la hagan sentirse dueña de un signo especial, único, privilegiado (escondiendo de esta manera el truco, y a la vez sumando puntos para nuestros oscuros objetivos).

“A todos los de libra les gusta el dulce de leche” es vulgar, torpe y fácil.

“Los de cáncer adoran la buena vida” es un poco mejor.

Si de describir las virtudes del signo se trata, el trabajo es relativamente fácil, pero hay que cuidar un par de detalles. Vale la pena hacer más hincapié en opiniones, sentimientos y pareceres que en acciones concretas. Los primeros son subjetivos y fácilmente acomodables por el inconsciente. Los segundos mas objetivos, y por lo tanto, más fáciles de detectar si son falsos. Por ejemplo:

“Los taurinos concurren una vez al mes a hospitales para hacer obras de caridad” es fácilmente contrastable con la realidad, y por lo tanto no es una afirmación recomendable, dado que hasta un creyente puede descubrir que es falsa.

“Los geminianos son personas sensibles que siempre buscan hacer el bien, a su manera y de acuerdo a sus posibilidades” es muchísimo mejor.

Para que no parezca todo tan obvio, va a llegar el momento de tener que enumerar los puntos negativos del signo en cuestión. A no asustarse que con un poco de habilidad esta es la parte donde más puntos se suman. El secreto es enumerar “defectos” que vistos con otros ojos puedan transformarse en virtudes.

“Los de capricornio soy muy sinceros y eso puede traerles problemas”

“Los de acuario en el amor se entregan al máximo y eso los expone mucho”

“Los de virgo son demasiado trabajadores”

Por supuesto evitar mencionar defectos que no hay forma de disimular:

“Los de sagitario tienen todos un coeficiente intelectual similar a una tortuga”

“Los de escorpio son antropófagos.”

Con estas breves sugerencias alcanza para tener un panorama general. Las características específicas no son importantes si se respetan las consignas dadas. Después de todo, todos sabemos que la astrología es una imbecilidad y los que creen en ella son un hato de descerebrados, pero ya va a haber momentos más oportunos para decirlo.